Explotan los miedos
en un momento íntimo
e inesperado,
la duda se desvanece
en una carrera
pausada en la palabra;
acelera el sentir la mirada
y el descontrol de latidos
en una huella;
hoy no sabe nada
ni espera,
se detuvo el cielo
y todo tiembla aquí abajo.
Y está bien.