dirige el ocio y nos condena;
aquí donde el hablar se paga
y el silencio no existe,
donde comer es un lujo
y dormir un privilegio;
aquí morimos bajo custodia
en las horas que inventaron
al robarnos los días;
aquí, aun derrotados en sus datos,
importamos y nos temen;
sabemos demasiado.
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