arrastrándonos,
perdiendo los días,
sin madurez alguna,
siempre atrás o demasiado lejos,
ocultos a plena luz del día;
y cada mañana parece la misma,
la noche se alarga y no dormimos;
pero hay un momento
encerrado en el cuerpo que mira,
que importa;
ahí nunca nos perdemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario