de trenes que no paran,
una estación fantasma
a dos segundos de distancia;
y aquel día se detuvo el tiempo,
al fondo se abrió una puerta
a nueve días del infinito;
entramos sin armas
y la velocidad nos arrastró
de vuelta a los relojes y a los días;
el tiempo acaba,
los rifles se atascan.
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