Te he visto al otro lado,
descalzo en la tierra
mirando al agua estamparse
a latigazos en la misma piedra;
te he visto llorando,
como en aquel lago de acero
a un paso del fondo
con un rifle en las manos;
te he visto desde una ventana
rodeada de adornos,
en una tabla de remolinos
amontonando cuchillas;
era yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario