jueves, 19 de marzo de 2020

Trincheras

En un pelotón negro,
circulado por corazones compartidos;
con golpes, teléfonos tatuados, llanto;
entre gritos quietos;
tras puertas que caen a fuerza de sentencias mazo;
en calles que corren y macetas que vuelan;
con botellas escudo para contener el miedo;
con puños y abrazos largos;
con manos que aprietan;
con faldas negras salpicadas de leopardo;
rodeados, protegidos, mirando alto.
Y hay moratones, mejillas rotas,
y ojeras de rabia que incendian asfaltos.
En un caos de calor fraterno,
de palabras, de risas, de sexo,
hay un apoyo que se sostiene, que es mutuo,
que viene de lejos, que nos atravesó en el parto.
En ese hoyo, en esa lucha,
todavía hay caricias, hay besos, hay cuidado.

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