martes, 24 de marzo de 2020

CVMC

Un coche se detiene en la puerta.
Los párpados no se cierran,
el corazón se expande;
el cuerpo tiembla;
la boca se abre;
el oído se acerca;
las manos se estrechan;
las piernas no están quietas;
y la piel al fin se encuentra.

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