lunes, 9 de marzo de 2020

Pobreza


Hay suelos que se limpian con el cuerpo, con los pies,
con cosas que esconden su verdadera naturaleza.
Y en esos suelos, hay muebles rotos,
cogidos de la basura, como los colchones.
La cocina está pegajosa,
y nada funciona como debería.
El baño está tan abandonado
que pareciera haber sido saqueado;
nunca hay papel higiénico,
y el desodorante y el gel de ducha
llevan años acabados.
Y en la cama cuesta dormir,
porque no se sabe cuántos animales más la habitan
y se intuye que pueden atacar en cualquier momento.
Estos suelos nunca se eligen.

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