sábado, 16 de noviembre de 2024

Encierro

Una telaraña ilumina las esquinas
de las casas,
no tiene rostro ni tacto,
no respira y el aliento escapa de a poco
sin alcanzar la calle;

dibuja dragones bajo el colchón,
pesadillas en la almohada
y un sudor frío empapa el cuerpo,
tiembla desnudo;

y nadie llama a la puerta
ni abraza,
no hay miradas ni palmaditas
en el hombro,
se han acabado las palabras al oído
y el apretón de manos;

no quedan pactos de sangre
ni confidencias que nos sostengan.

Ya no.

4 comentarios:

  1. Sigo leyendo hacia atrás...

    ..."nadie llama a la puerta
    ni abraza
    no hay miradas..."
    Genial, Tali!!...

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  2. Sí... Genial!!...tu poesía no precisa psicoanálisis... Es hermosa sin más...🌞🌞

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