y hay un muro en perpetua vigilia
que aguarda derrotas;
y ya no hay lamento en sus torres,
solo un arco y una flecha callada;
y lo protege una niebla de odas
que susurra en la noche;
y la vista no alcanza el final;
la tierra acabará sin batalla,
el único frente que espera.
Ya no hay guerreros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario