Aún caigo a veces
con todas las lágrimas
separada y quieta
entre cubitos de hielo;
en tu cementerio
la memoria
confundida y sola,
pequeña;
y ese olor intenso
hoy ajeno y sin cuidado,
me tumba contigo
en aquel lugar
donde todo acaba;
y no hay paz ni armonía
capaz de vencernos.
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