Un ánimo acecha aislado
como una tumba que se mueve
por dentro desconocida
y frágil,
sin epitafio;
como una tumba que se mueve
por dentro desconocida
y frágil,
sin epitafio;
y se espera que grite,
que se derrame de nuevo
suspendido y sin apoyo
conmigo;
no será estable,
pero sabrá sostenerse
inflexible
en mi duelo en ropas
y contigo;
sin más nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario