Algo inesperado
explota a veces sin avisar
y alarga una lágrima sin pausa
desde muy adentro;
ayer sucedió a gritos contra la almohada,
a rastras por el suelo,
la solución rápida en las manos
con todas sus vueltas juntas
y conmigo;
no lo vi venir ni pude evitarlo,
hoy duermo con mi perro.
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