Mis años pasan dentro;
y ya sea en las islas,
los páramos
o en la plaza de aquí en medio,
sucedo igual
y en la misma cosa
a la vez;
como esos cuerpos pequeños
a un paso del estirón
que aún comen en aquella mesa
a un lado,
a veces callo y caigo sin remedio
en un retrato ya roto
que se repite como un párvulo
de puertas hacia fuera.
Inevitable.
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