lunes, 14 de abril de 2025

Renuncias

Una hierba de asfalto florece
en nosotros
y cuidada rodea el corazón
con toda su fuerza hasta rompernos;

la vida entonces reclina el cuerpo
y cierra sus ojos,
caen brazos y rodillas,
los pies no tocan la acera,
el pensamiento se pierde
dentro y solo,
la respiración reduce su ritmo
como un viento que ya dio la vuelta;

y ya nada interrumpe el sueño,
quizá el tinte o las canas.

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