Curvé emociones
en un mismo círculo
y conmigo,
repetí su gesto hollado
como una montaña cuando desciende
para contarlo todo;
y en un punto quieta sin fin ni principio,
el único presente que existe
rodeó al ánimo
y hoy cuestiona su entorno
dejando los pies al descubierto
y las manos frías.
No hay más relato, no todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario