De un puente a esta parte,
recogido tu sueño y delirio,
no hay ya cruces
ni rotondas florero
en el polígono,
no hay papel ni tinta
y los estantes se quemaron contigo;
y atravesado,
el edificio no se sostiene,
caen bajantes, cuadros de luz,
se agrieta el techo
y el agua descubre espacios vacíos
que aún hablan de ti;
y tu voz retumba como si estuvieses vivo dentro.
Siempre queda la huella en el espacio y en el alma...Y en ti sucede tanto!!...Muy bueno, Tali...
ResponderEliminar"Siempre queda la huella en el espacio y en el alma..." Eres grande, poeta! Gracias por compartirte aquí.
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