de estos días,
quizá nada es cierto;
y una pausa en la espera
revela un momento ya perdido
en cada hora de estos años de llanto.
Y hay una promesa marcada en amarillo
y un azul que quedó en el cuerpo,
y en los cuentos, los gatos
y esos cafés que pasaron;
y el cuidado de estos meses
necesitó de esa ruptura para el amor,
ese que acoge la intensidad enloquecida
que solo un alma confiada abraza.
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