tres mujeres y seis brazos;
todo sucede casi sin pulso
y unos ojos cansados,
el calor de dos brazos más y un beso,
la compañía de otras lágrimas
y el silencio, los abrazos;
y todo sigue con una máquina de coser
y un taladro,
con aún más brazos,
terrazas, textos y audios.
Nada acaba a vuestro lado, estoy en casa.
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