Me gustaría callar
lo que ni yo entiendo,
dejar al silencio responder
y salir de ese bucle
tan mío
que siempre acaba en trance;
no quiero verme
en las vías del tren,
de pie frente a un acantilado,
en el suelo con la ropa de ayer
y el perro encima;
y si vuelvo a verme conmigo dentro,
que el cementerio sea otro.
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