Tan cerca la muerte,
demasiado humana e hipócrita,
arbitraria o suicida
en corazones repletos de ella;
la misma lágrima y cementerio,
el ruido de los ataúdes
por las paredes
con nuestros nombres dentro:
y ningún cuervo,
sólo un silencio de funeral
y sepelios;
el vacío, la nada, tú y yo lejos.
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