Tengo un silbato dentro
a puerta cerrada
y un mechero encendido
que corta el aire;
y una mujer canta en su piso
a gritos con alegría,
sale al balcón y estira los brazos
mirando al cielo que llueve;
yo bajo la persiana
y me pierdo el arcoíris del día,
los rayos a medias
y los truenos que acompañan;
las dos estamos en casa,
pero sólo aquí hay ruido.
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